El poder psiquiátrico de Michel Foucault (Primeras cinco clases)
Por Marco
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Este libro, como muchos de Foucault, es una transcripción de las clases que él impartió en el Collège de France. Después de la publicación de su ensayo Historia de la locura en la época clásica (1961), Foucault se propone, en su cátedra de 1973-1974, continuar con el problema de la locura y el manicomio a partir de su institucionalización, sucedida en el siglo XVIII, pero ahora enfocándose en los dispositivos, técnicas y relaciones de poder que constituyen los saberes psiquiátricos.
En este curso, Foucault hace una revisión histórica de las disciplinas psiquiátricas para saber cómo se construyó la concepción del loco y la locura. Pienso el curso del 73 como una forma de ingeniería social en la que, como si se tratase de una maquinaria industrial compleja, busca descomponer, separar y descubrir el funcionamiento de cada una de las partes que conforman el poder médico psiquiátrico en Occidente; busca hacer visibles las relaciones de todas esas piezas dentro de la enorme y compleja maquinaria que es el manicomio y, en general, el poder disciplinario.
Foucault es un pensador del poder, más precisamente, de la relación Saber-Poder, por eso, en este curso, la relación entre ambas juega un papel importante para entender la configuración de las instituciones que controlan los cuerpos, tiempos, fuerzas y espacios de los individuos de nuestra sociedad disciplinaria. Aquí les pongo de la manera más esquemática y sintética esta descomposición de los términos y las relaciones que a mi parecer son los más importantes de cada clase.
Clase 1
7 de noviembre de 1973
En la primera clase, se establecen los objetivos del curso, que de manera muy general se podrían resumir así:
- En vez de hacer una historia de las mentalidades, como en Historia de la locura, se busca analizar el manicomio como un dispositivo de poder productor de una serie de enunciados, discursos y formas de representación.
- Analizar el discurso del poder psiquiátrico (hacer una arqueología del poder) que permita captar la práctica discursiva en el punto preciso de su formación, y que busca las relaciones entre la práctica discursiva, las estructuras económicas y las relaciones de producción.
En este curso, se modifican tres nociones que en Historia de la locura se utilizan de manera diferente:
- Violencia se cambia por microfísica de los cuerpos.
- La Institución ahora se entiende como una forma de disposición del poder, una serie de redes, relevos, puntos de apoyo y diferencias de potencial.
- La familia ya no se concibe como el modelo a seguir previo de las instituciones disciplinarias, sino como una institución “bisagra”, un punto de enganche de todos los sistemas disciplinarios, que permite la fijación y la circulación de los individuos en los sistemas disciplinarios.
Se comienza con el cuestionamiento sobre quién es el médico y qué es el Poder médico y el Sistema de poder en el asilo. El poder del médico es un poder como todos, basado en relaciones, redes y relevos; este poder es la base del Sistema de Poder del asilo, que está constituido por
- Vigilantes cuya tarea es informar sobre los enfermos, son la mirada no erudita.
- Sirvientes son el último relevo de la red: el poder de abajo.
- Médico es un cuerpo físico, la asimetría toma forma en el mismo cuerpo del médico que debe mantenerse bello, fuerte, con actitud (esto último proviene del análisis de los textos de Pinel, uno de los primeros teóricos de la psiquiatría).
- La mirada médica es otro elemento importante del sistema, constituida a base del orden y la disciplina que la dota de objetividad y la posibilidad de distribución del tiempo, el espacio y los individuos.
Para Foucault, el manicomio, desde sus inicios, fue considerado como un campo de batalla o un sistema de fuerzas en cuyo centro se encuentra el loco, una fuerza peligrosa a la que se debe dominar, porque es una amenaza para su familia y la sociedad, una fuerza a vencer, que está constantemente siendo sometida por la red y los relevos constitutivos del sistema de poder manicomial: el vigilante, el merodeo de los sirvientes y la observación médica.
Clase 2
14 de noviembre de 1973
Esta clase inicia con lo que para Foucault es la escena fundacional de la psiquiatría, aquella en la que Pinel habla sobre la locura y el tratamiento del rey Jorge III de Inglaterra; a partir de esta escena comienza a esbozar la dicotomía entre poder de soberanía y poder de disciplina o disciplinario. Aquí se enfoca principalmente en el primero.
Según Foucault el Poder político en Occidente se ha organizado de dos formas:
- Macrofísica de la soberanía que es la manera en que funcionaba el régimen feudal hasta poco antes de la era industrial.
- Microfísica del poder disciplinario que está apoyado en elementos desconectados, deteriorados y marginales al poder soberano.
Foucault corrige su concepción del modelo familiar como base de la conducción de los alienados y propone que las relaciones de poder establecidas son previas a la Institución y no al revés. “Es decir que las relaciones de poder no son determinadas por la institución, como tampoco las prescribe un discurso de verdad ni las sugiere el modelo familiar”.
La escena del rey Jorge III le permite a Foucault hablar de una protopsiquiatría cuyas relaciones y formas están moldeadas por el poder de soberanía, que se identifican por
Contener una serie de ceremonias de soberanía
- Coronación
- Desposesión
- Sumisión
- Acatamiento
- Rendición
- Restauración
también una serie de rituales de servicio
- Dar órdenes
- Obedecer
- Observar reglas
- Castigar
- Recompensar
- Callarse
- Responder
Procedimientos judiciales:
- Proclamar la ley
- Vigilar las infracciones
- Obtener una confesión
- Comprobar una falta
- Pronunciar sentencia
- Imponer castigo
Clase 3
21 de noviembre de 1973
Después de ir esbozando e introduciendo los conceptos Poder de soberanía y Poder disciplinario durante las clases anteriores, en esta los explica mostrando las características de cada uno.
Foucault dice que en nuestra sociedad existe algo que podríamos llamar Poder disciplinario, que es la forma en la que el poder político y los poderes en general logran tocar los cuerpos, aferrarse a ellos, tomar en cuenta los gestos, los comportamientos, los hábitos, las palabras; en síntesis, cómo todos esos poderes, al encontrarse en el descenso hacia los propios cuerpos y tocarlos, trabajan, modifican y dirigen lo que Servan llamaba las “fibras blandas del cerebro”.
El poder disciplinario es relativamente nuevo en Occidente y comienza a generalizarse en muchas instituciones sociales a partir del siglo XVIII, antes el poder dominante era el Poder de soberanía, basado en la estructura feudal. Sin embargo, el Poder disciplinario no surgió de la nada, sino que, según Foucault, coexistió con el Poder de soberanía ya desde la Edad Media, pero en pequeños núcleos como lo fueron las comunidades religiosas, principalmente las órdenes regulares, cuyas técnicas de disciplinamiento comenzaron a trasladarse a comunidades laicas entre los siglos XIV y XV. Pero es hasta el siglo XVIII cuando los nuevos paradigmas económicos y políticos propician la transición del Poder de soberanía al Poder disciplinario.
Es así que tenemos dos poderes claramente contrapuestos:
Poder de soberanía | Poder disciplinario |
Se trata de una relación bipartita asimétrica entre soberano y súbdito, donde la individualidad y el cuerpo del rey o soberano es el punto de partida y su poder no se aplica a un individuo o sujeto singular, sino a una multiplicidad, a un cuerpo social de vasallos. | No hay dualismo, ni asimetría, tampoco pone en juego ese mecanismo de acoplamiento de sustracción y gasto. |
Está basado en un par de relaciones: 1) Sustracción: el soberano sustrae una parte de los productos, cosechas, fuerza de trabajo, de sus vasallos. 2) Gasto: lo anterior a cambio de un gasto del soberano que otorga protección militar, servicios religiosos, etc. | No hay sustracción de una parte del producto, sino que es una captura total o en todo caso tiende a ser una captura exhaustiva del cuerpo, los gestos, el tiempo y el comportamiento del individuo. Un ejemplo es la disciplina militar que comenzó como tal a principios del siglo XVIII, y se trata de la confiscación general del cuerpo, del tiempo, de la vida, ya no una sustracción de una parte de la actividad del individuo. Todo sistema disciplinario tiende a ser una ocupación del tiempo, la vida y el cuerpo del individuo. |
Se funda y se reactualiza Este poder se funda de una vez por todas con ceremonias que establecen los roles de cada una de las partes y se reactualiza a través de ritos que mantienen y renuevan la relación asimétrica de poder entre soberano y siervo. | No necesita de ceremonias No es un poder discontinuo, sino constante, es un poder que observa. No hay referencia a un acto, un acontecimiento ritual o derecho originario, al contrario, se refiere a un estado terminal óptimo donde la disciplina se concrete y se vuelva hábito. |
El cuerpo del rey mantiene unidas todas las relaciones de soberanía. Existe una individualización en la cima, pero no en la base donde están todos los vasallos. | La escritura funciona como dominio y control, es una forma de captura permanente y global del individuo. Se crea una red de escritura que codifica la conducta en función de una serie de notas y calificaciones que definen las capacidades, aptitudes e ineptitudes de los individuos. El Sistema disciplinario está hecho para funcionar por sí solo y su responsable o director no es tanto un individuo. A diferencia del sistema soberano, existe una individualización muy fuerte de la base social. |
Carácter panóptico La visibilidad absoluta y constante que rodea el cuerpo de los individuos, ese principio panóptico –ver todo, todo el tiempo– organiza una polaridad genética del tiempo, efectúa una individualización centralizada, cuyo soporte es la escritura e implica una acción punitiva y continua sobre las virtualidades de comportamiento que proyecta detrás del propio cuerpo algo semejante a una psique. | |
La disciplina es una tecnología del poder. |
Clase 4
28 de noviembre de 1973
Esta sesión la dedica a la historia de los dispositivos disciplinarios, especialmente al surgimiento y desarrollo de los Sistemas disciplinarios en Occidente.
Los Sistemas disciplinarios surgen en la Edad Media, en las comunidades religiosas, sin embargo, ocupaban una posición aislada y marginal con respecto a los Sistemas de soberanía imperantes. Según Foucault, en el siglo XVI comienza un proceso que durará hasta el siglo XVIII en el que los S.D. empiezan a abandonar su aislamiento y marginalidad para extenderse, a esto le llama
Proceso de colonización interna y externa del Sistema disciplinario (XVI-XVIII)
- Escuelas y Universidades. Colonización de las juventudes.
- Colonización de los pueblos conquistados, principalmente en América: pone el ejemplo de los Jesuitas y las repúblicas de guaraníes.
- Colonización interna con vagabundos, mendigos, prostitutas, nómadas, delincuentes.
Las técnicas disciplinarias salen de los conventos para colonizar diversos grupos sociales, no solo marginales, sino también comienza una centralización de la disciplina al extenderse a sujetos más centrales dentro del sistema social como los estudiantes. Ya para el siglo XVIII se nota la aparición de un Sistema disciplinario sin base religiosa, esto se ve en el ejército, en los talleres obreros, la escuela.
Dicho proceso de colonización del Sistema disciplinario se traduce en
- Fijación espacial
- Extracción óptima del tiempo
- Aplicación y explotación de las fuerzas del cuerpo por una reglamentación de los gestos, actitudes, la atención
- Constitución de una vigilancia constante
- Poder punitivo inmediato
- Organización del poder reglamentario
En general, existe una cobertura del cuerpo singular por un poder que lo enmarca y lo construye como individuo, es decir, como cuerpo sojuzgado.
Detrás de la disciplina está la cuestión de la acumulación de hombres, es paralelo a la acumulación de capital.
Acumulación de hombres y distribución racional de las singularidades somáticas, esto implica
- Maximizar la utilización de los individuos: hacerlos utilizables, no para poder utilizar a todos, sino, justamente, para no tener que hacerlo, para extender al máximo el mercado de trabajo a fin de asegurarse una reserva de desocupados que permita una regulación hacia debajo de los salarios.
- Hacer utilizables a los individuos en su multiplicidad misma.
- Acumulación de tiempo: de trabajo, aprendizaje, etc.
Estas tres técnicas de acumulación son la razón de los dispositivos disciplinarios.
La disciplina es una táctica, una manera determinada de distribuir las singularidades en el espacio para permitir acumulaciones temporales que puedan tener concretamente una eficacia máxima en el plano de actividad productiva.
Lo que dio origen a las ciencias del hombre fue precisamente la irrupción, la presencia y la insistencia de esos problemas tácticos planteados por la necesidad de distribuir las fuerzas de trabajo en función de las necesidades de la economía que se desarrollaba en el siglo XVIII.
Las disciplinas son tácticas de distribución de los cuerpos, los individuos, los tiempos, las fuerzas de trabajo.
También en esta sesión se aborda más a profundidad el carácter panóptico de la disciplina, cuya idea proviene de Bentham, quien diseñó el panóptico como un modelo para toda institución, para que cada institución pueda proyectar su fuerza al máximo.
El panóptico es un multiplicador, un intensificador de la fuerza: da a los dirigentes una fuerza hercúlea. Para Bentham se trataba de una forma de democratizar el poder. El panóptico carece de materialidad, ya no se necesitan los símbolos de poder del soberano, ni cetro, ni espadas para castigar, solo la luz y la mirada.
- Todo se ve.
- Carece de materialidad: es un efecto óptico.
- El poder inmaterial está relacionado a una extracción permanente del saber.
El panóptico es un aparato de individualización y conocimiento a la vez; un aparato de saber y poder que individualiza y al hacerlo, conoce.
El panoptismo podría aparecer y funcionar dentro de nuestra sociedad como una forma general, podría hablarse de una sociedad panóptica.
- Sociedad disciplinaria panóptica.
- Vivimos en el panoptismo generalizado.
Sin embargo, para Foucault, a pesar de que hoy nuestra sociedad es en su mayoría disciplinaria, todavía existen instituciones que mantienen el poder de soberanía, una de ellas es la Familia, y repite que ella no es el modelo para la institución asilar.
El poder de soberanía que existe al interior de la familia está constituido por lazos, vínculos y dependencias dadas de una vez por todas, surgidas desde un origen que normalmente es el matrimonio o el nacimiento.
La familia, a pesar de no ser una institución disciplinaria, es “la bisagra”, el punto de enganche de todos los sistemas disciplinarios; tiene una doble función: la de fijación de los individuos en los sistemas disciplinarios y la circulación de los individuos en los sistemas disciplinarios. En ella convergen la escuela, el trabajo, el servicio militar, el manicomio, ella es la encargada de seleccionar y enviar a sus miembros a los diferentes sistemas.
Foucault habla de la función “psi”, que se origina a principios del siglo XIX, constantemente tiene como referencia la familia:
- Psiquiatría
- Psicopatología
- Psicosociología
- Psicocriminología
En este sentido, psicólogos y psiquiatras son agentes que deben organizar un dispositivo disciplinario cuando se produce un vacío en la soberanía familiar, de ahí surge la
- Psicopedagogía en la escuela
- Psicología laboral en la fábrica
- Criminología en el sistema carcelario
- Psicopatología en la psiquiatría y la disciplina asilar
Clase 5
5 de diciembre de 1973
La quinta clase es dedicada al funcionamiento asilar y su relación con La familia, que para Foucault es la instancia de decisión de lo normal y lo anormal, regular e irregular, ella decide que miembro no está dentro de la norma y merece ser mandado al asilo que, a su vez, toma posesión del loco, y lo recluye. Ingresa como un adversario social, un peligro para la familia y para la sociedad, ya no como individuo.
En este sentido, el poder científico se impone sobre el poder familiar; el Estado utiliza cierta técnica estatal para introducirse en el sistema amplio de la familia a través de la pequeña célula familiar. Por lo tanto, el asilo le quita los poderes a la familia sobre el individuo.
En esta clase Foucault analiza los textos de Fodéré de 1817 donde habla de la relación del asilo con la familia, dice que
- Se debe separar al loco de su familia porque con ella nunca se podría curar.
- El espacio debe ser completamente ajeno y nada familiar, esto por las siguientes razones:
- Distracción: para curarse el loco debe pensar en su locura. Ocultar la locura, no decirla, pensar en otra cosa. Esto es el principio de no asociación o disociación.
- La familia es en cierta forma una de las causas de la locura.
Dentro de toda familia existen relaciones de poder que son incompatibles con la curación por dos motivos:
- La relación de poder alimenta la locura: se debe privar a los individuos de las situaciones de poder.
- Porque el poder médico es distinto al poder familiar.
El contacto con la familia arruina el avance, por eso el hospital mismo es un espacio que funciona como máquina de curación, porque es una máquina panóptica, una máquina de aplicar poder.
El hospital psiquiátrico contiene elementos del orden panóptico de Bentham.
- Visibilidad permanente, para ello se utiliza el principio de la arquitectura de pabellones.
- Se modifica la idea de vigilancia central, de la torre central, por una vigilancia piramidal, que desciende de los médicos, hacia los vigilantes, enfermeros y guardianes.
- Principio de aislamiento con valor terapéutico.
- Castigo incesante. Coerción física a través de instrumentos, aparatos corporales.
Hacia 1850, se cambia un poco el paradigma y se comienza a pensar el asilo una disciplina diversa donde se trata al loco como a un niño y se piensa que ponerlo en un medio análogo al familiar ayuda a su recuperación, pues los elementos cuasi familiares tienen valor terapéutico.
Este mismo pensamiento se extiende para la colonización y el sometimiento de los pueblos “salvajes”, de los delincuentes, y de todo los “residuos sociales”: se les proponía un modelo familiar como remedio.
Es así como, a partir de los sistemas disciplinarios en el siglo XIX, la soberanía familiar deberá hacerse cargo de la siguiente obligación:
Es preciso que encuentren locos, débiles mentales, cabezas duras, viciosos y que los encuentren ustedes mismo, mediante el ejercicio dentro de la soberanía familiar, pasarlos a los sistemas disciplinarios y se los regresarán normalizados para su beneficio personal. Por ello es la instancia que selecciona y hace circular a los individuos en los diferentes sistemas disciplinarios.